Las chicas se estaban preparando para salir. Estábamos todas en el cuarto de Monika. Yo tumbada en la cama en pijama y ellas super guapas a punto de ir hacia el concierto.
-Maria, ¿te has dado cuenta que el color del vestido es del color favorito de Dani?
-Apenas. –Empezó a reírse tímidamente
-Yo, me pondría un vestido del color favorito de Carlos, pero a mí el amarillo no es que me vaya mucho.
-Que tonta. Pues si al final vas a acabar sin él – Le dije.
-Oggg. ¡Qué guarra!
-Pero todas sabes que lo deseas con todas tus fuerzas, Nahia. – Dijo Maria riéndose.
-Pues no te digo yo que no. Es que vosotras no sabeis el tiempo que llevo yo sin..
Todas nos empezamos a reir. Me habría encantado ir a aquella fiesta, pero lo que menos quería en este momento era ver a Álvaro. Tenía como miedo a que apareciese Javi y todo se fuese a la mierda otra vez.
-Bueno, nosotras nos vamos ya que si no, no llegamos.
-Vale. Disfrutad mucho. Dadles un saludito y decirles que estoy mala o algo. Que me habría encantado ir y todas esas cosas que se suelen decir.
-Vale cielo. Ponte una peli o algo que no quiero que te aburras. Adios
-Adios. Os quiero.
Me tumbe, me puse la tele y estuve a punto de quedarme dormida hasta que llamaron a la puerta.
Yo no sabía qué hacer, si abrir o no, así que decidí mirar por la mirilla.
…
No me lo podía creer. ¿Desde Madrid a San Sebastián por mi? ¿O venía por otro motivo? La conversación de esta maña de Alba y Salva empezaba a cobrar sentido.
Lo que Alba tenía que enviarle era la dirección de Monika para que se presentase en la puerta.
Tenía tantas ganas de verle. No iba a ser consecuente de mis actos si abría la puerta. Sabía como acabaríamos y no me importaba nada. Entonces volvió a llamar…
-Itzi, se que no quieres verme, pero siento muchísimo todo aquello que pa…- No le dejé terminarla frase cuando abrí la puerta.
Nos quedamos unos segundos mirándonos fijamente.
Le agarré del brazo le metí dentro y le subí hasta la habitación de Monika.
Lo más seguro es que a Monika no le importe que lo hiciéramos allí, porque supuestamente ella lo sabría todo. Subimos las escaleras. Yo le besa, era lo único que quería hacer en ese momento, y no me importaba nada más.
-Menudo recibimiento.- No le dejaba apenas respirar lo único que quería era estar con él. El correspondía mis besos.
-Cállate, no estropees esto.
-Menudo calentón tienes amor mio.- Me empujó contra la cama, se levantó la camisa y se abalanzó sobre mi.
-¿Estás segura de que quieres…?
-Javi, quiero. Y cállate. Te subo una habitación para hacerlo, no para jugar a las cartas.
En cuestión de segundo estábamos los dos desnudos encima de la cama. Nada nos podría detener.
Se separó de mí y me besó.
-¿Sabes porque estoy aquí?
-¿Para verme a mí? La verdad es que no me importa. Sé que la jodimos y lo pasado, pasado está. Yo te quiero.
-Obviamente he venido por verte a ti. Y…
-¿Y qué?
- Mañana lo verás.
Mañana era mi cumpleaños y no sabía que tenía preparado para mí. Le besé y me quede dormida en su pecho.
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